Esperanza.

Y aquí estoy, tan feliz, incapaz de contener mis ganas de sonreír. Quien lo diría, hace tan poco que me sumía en el sufrir. Pasaba tardes enteras acostado en mi cama, sin nada en lo que pensar, aburrido de una manera que no pueden imaginar. Un chico que solo pensaba en el "yo", apartando siempre a los demás con su cortante frialdad; su único refugio la literatura, la música y su imaginación. La verdad siempre pensé que me iría pronto, y ni siquiera me importaba, la vida para mi solo era un ilusión, un sueño del que tarde o temprano nos toca despertar.


 Así pasaba mis días, con aspecto vació, sin luz, ni Dios, dudando de si es verdad eso del amor.  Tan carente de esperanza, de fe, ausente de cualquier muestra de querer. Eras mas un cascaron que un ser humano con corazón. 


Pero todo eso cambio. Un dia me encontraba, como todos los demás, pensando en que pensar y entonces a la puerta alguien toco. Me levante, con pereza, como si en cada paso pusiera todo lo que me quedaba de fuerzas. Y no eran que me faltaran fuerzas, sino que me sobraba el desaire. Me revolví el pelo y tome aire, para poder decir "hola" de la manera mas amable que pudiera. Entonces, abrí la puerta.


-Hoooo...-Me quede sin palabras, incapaz de poder hablar, sorprendido por un hermoso angel que me venia a visitar. Pense que había muerto y me venían a llevar. 


-Hola.-Dijo ella con una voz tan dulce que parecía música. Ella era hermosa, ojos negro, piel blanca, cabello oscuro, labios rosados y una sonrisa tierna que hubiera conquistado a quien se le pusiera enfrente. 


-Hola.-Me force a decir con una voz que apenas era audible, incluso para mi. 


-Hey, un gusto, soy Erika.-Me dijo mientras me extendía su mano. 


-Soy Andre.- Dije mientras extendía mi mano, una mano que temblaba nerviosa, hacia la suya y la estrechaba con delicadeza, para mi era como una flor, frágil.


-Bonito nombre.- me sonrió.- Mira, me acabo de mudar al departamento de enfrente; y pues quería saber si me podías ayudar con tu Internet.  No quiero molestar, pero necesito enviar algo. 


Yo pensé que me venían  a llevar con el creador, cuando solo venían a pedirme la calve del Internet. Bueno claro que se lo di, pero ella me dio algo mucho mas importante. Ella me dio esperanza. 


Después de ese día nos hicimos amigos, yo empece a frecuentarla. Hablábamos de nuestros libros preferidos, yo le empece a recitar mis poemas y a ella le encantaron. Me dijo que debería seguir escribiendo, que tengo talento. Es la primera persona que me lo dice. Descubrimos que nos gusta la música y empezamos a hacer karaoke todas las noche, fueron muchas las veces que el arrendatario nos toco la puerta para hacernos callar. Ella cantaba hermoso y decía que yo también, se notaba que no era buena mintiendo. De a poco ella me hizo cambiar, me empece a afeitar; empece a hacer ejercicio, algo que en mi vida hubiera hecho, pero la quería impresionar; incluso, empece a cambiar de una manera tal que de a poco deje de corresponder a la persona vacía que alguna vez fui, ya ni siquiera me reconocía y no sabia porque alguna vez me comporte así. De hecho, puede parecer poco, pero no lo es, empece a arreglar mi cuarto; comencé a encontrar orden en mi vida, orden y alegría. Recuerdo que solíamos cocinar juntos, contar historias de nuestro pasado, cosas que algunos casos hubiéramos preferido haber olvidado. Ella siempre sonreía, después de llorar debido a una triste confesión, y me decía "gracias, eres la primera persona que me entiende". Nos encantaba hablar de nuestros sueños, de lo que pensábamos, de como nos gustaría recorrer el mundo. Eramos un par de aventureros. 


De a poco me empece a enamorar de Erika, empece a sentir que ella era especial y que debía intentarlo, debía pedirle que sea mi novia. Entonces empece mi plan, debía pedírselo de una manera muy única. Como nos gustaba viajar, decidí invitarla a viajar a la playa. Siempre fantaseábamos que si se nos da la oportunidad de viajar juntos, ese debía ser nuestra primera opción. Ella acepto, eso hizo que me diera un vuelco el corazón, siempre  estuve acostumbrado a que me dijeran que "no". Entonces, rentamos un auto y emprendimos la aventura. Recuerdo que nos pusimos a cantar mientras estábamos en la carretera, pusimos Magos de Oz, AC/DC, Nirvana, Enanitos Verdes; el radio a todo volumen y nosotros a todo pulmón entonando como podíamos cada canción. Es mas, estábamos cantando "Fiesta pagana", cuando se pincho la llanta del auto, creo que fue un castigo divino por estarle jugando al pagano. Nos toco bajarnos y cambiar la llanta, pero lejos de estar enojados estábamos contentos, nos reíamos por todo. Hasta lo que usualmente era una pesadilla parecía un hermoso sueño a su lado.  Incluso puede parecer chistoso, pero yo me corte la mano con un borde salido y al ver con ternura mi ineptitud, ella termino cambiando la llanta. No es la primera vez en que parezco yo la mujer, ella siempre daba los golpes mas duros que cualquier hombre que yo haya conocido, mientras yo me aguantaba el dolor y con ello el modelo de macho. Después de ese pequeño momento de empoderamiento femenino seguimos nuestro viaje, no sin antes curarme la herida que me hice, Erika me la desinfecto con una cara que rebosaba maldad. Continuamos cantando y haciéndonos bromas tontas todo el camino. Cuando llegamos a la playa le dije para ir a divertirnos a una discoteca o algo, pensé que eso seria lo normal, entonces ella me dijo que prefería comprar una cervezas y tomarlas junto a mi mientras conversábamos a la orilla del mar. Así de simple y así de hermoso.  Ella empezó con una conversación de las estrellas: 


-Las estrellas son realmente hermosas, algunos sienten miedo cuando las miran, se sienten pequeños, yo simplemente veo en las estrellas la confirmación de que hasta lo imposible es posible.-todo eso lo decía mientras sonreía, mirando al cielo. 


-Si, como que alguien se cruce en tu vida, marcando un antes y un después, como si de un sueño se tratara. 


-Jajajaja rara vez eres tan romántico, por lo general eres un hielo.- Lo que ella no sabia es que antes era peor y que ella poco a poco fue rompiendo ese hielo. 


-¿Tu crees?-dije con sarcasmo. 


-Pues si, señor frio. 


-Entonces aprovecha mis pocos momentos dulces. 


-Eres un tonto. 


-Y tu eres hermosa.-ella se sonrojo muchísimo.  


-No deberías mentir, eso es malo. 


-No lo hago, eres mas hermosa que ese cielo estrellado que tanto te invita a soñar. 


-¿Por que me dices esto? 


-Porque al igual que ese cielo significa algo tan  bello para ti, tu significas algo increíble para mi. Tu significas esperanza. 


-¿Esperanza, que quieres decir? 


-Quiero decir que tu has cambiado mi vida, quiero decir que tu has cambiado quien yo era, tu has conquistado mi corazón.-Ante esta confesión ella se sonrojo. 


-Creo que exageras.- tomo un trago y me desvió la vista. 


-Creo que tu eres demasiado modesta, eres increíble, eres la chica mas increíble que he conocido y creo que te amo. Creo que te amo.-Ella me miro y luego una lagrima por su pupila cayo. 


-¿Como puedes saber que es amor?


-No lo se ¿como saberlo? solo se que mi corazón salta de emoción cada vez que oigo tu voz...-Mas lagrimas empezaron a brotar.- ¿por que lloras? 


-Lloro porque yo también siento lo mismo, lloro porque tengo miedo de parecerte rara, poco femenina y que por eso te alejes. 


-No te preocupes, creo que justamente es por eso que te quiero tanto. Eres como mi mejor amigo en el cuerpo de una mujer, una hermosa mujer. 


-Jajajaja eres un imbécil.-Sonreía, mientras se secaba las lagrimas. 


-¿Entonces puedo ser tu imbécil preferido?-le dije mientras abría mis brazos, arriesgándome a que me deje colgado. 


 -Te amor.- se acurruco en mis brazos con ternura. 


-Tomare es como un si. 


-Ya cállate.- y me callo con un beso. 


Fue el beso mas dulce que jamas me hayan dado. Volvimos de la playa como novios y mi vida no pudo ser mejor, lloraba de alegría cada vez que ella me saludaba con un "¿como estas amor?". Ahora cantábamos con mas pasión y acabamos cada canción con un beso y un "te quiero"; el arrendatario nos odiaba, pero le daba ternura vernos juntos. Era un maldito cuento de hadas, solo que por lo general ella parecía el príncipe y yo la princesa, esa mujer siempre parecía a punto de violarme. Recuerdo que en ese momento no deje de escribir historias y poesías, ella siempre era la protagonistas, mi mayor fuente de inspiración. La belleza de cada momento no tiene comparasion, era le felicidad y el amor en su máxima expresión. Y todo hubiera seguido así, pero en dos meses ella sufrió un colapso, fue al hospital donde dos semanas mas tarde murió. Todo por culpa de una enfermedad, la cual no puedo recordar. La vida me dio todo con lo que siempre soñé y sin previo aviso me lo quito. 


Me quede con ella cada día, dándole de comer, diciéndole que todo iba a estar bien. Incluso le rece a un Dios en el que jamas creí, para la salvara, para que salvara lo que mas amaba. Ella en tan solo días perdió su fuerza, su entusiasmo, ya no podía cantar; ahora yo le cantaba nuestras canciones preferidas en un nada hermoso solo, mientras ella me repetía que tenia una voz espectacular. Cada mañana me despertaba con un "buenos días mi amor" palabras dulces que de ha poco iban perdiendo voluntad y convicción, a medida que se debilitaba el latido de su corazón. Finalmente cuando todo termino, ella y yo tuvimos nuestra ultima conversación, ella sabia que era el fin, guardo sus últimos suspiros de vida para despedirse de mi. 


-Gracias. 


-¿Gracias? 


-Si, gracias por todo, por haberme permitido conocer el amor. 


-No hables en pasado, cariño, que aun nos queda mucho por compartir. 


-Quisiera que fuera, pero todos sabemos que pronto llegara el momento de partir. 


-No hables así. 


-Mi amor, no quiero gastar mis ultimas fuerzas en discutir. Quiero que me prometas algo. 


-¿Que?.


-Prométeme que nunca dejaras de ser un soñador, que seguirás luchando por hacer de tus sueños una realidad y que jamas te rendirás; prometeme que nunca cerraras tu corazon ante el amor y que no volverás a encerrarte en tu cuarto, asesinando de a poco tu talento y tu pasión. 


-Pero, Erika. 


-Prometelo,  Andre.-Yo ya no aguantaba las ganas de llorar y las lagrimas empezaron a brotar. 


-No puedo.- No quería hacerlo, hacerlo significaba aceptar que tenia que decir adios. 


-Prometelo, cumpleme ese ultimo deseo, si no es por mi, hazlo por el amor que decías sentir. -Me dijo estas palabras, con una solemnidad tal que era imposible decir "no". 


-Esta bien, mi amor.-dije con la voz rota por la tristeza y el dolor. 


-Cuídate, cuando me necesites mira al cielo y recordaras que lo imposible siempre es posible. Adios.- Se despidió con una sonrisa, incluso ahí sin vida y diezmada por la enfermedad la vi mas hermosa que nunca. 


No fui a su velorio ni a su entierro, no soportaría verla en una caja sin vida, incapaz de cantar con alegría. Quise encerrarme en mi cuarto, pero en honor a mi promesa me force a salir; escribí todos los días y en poco tiempo me llamaron de una editorial, me propusieron publicar un libro y acepte. Mi primer libro se llamo "Erika y la esperanza de una estrella", no tardo en ser un Best seller. En el primer mes de publicado el libro, le lleve flores y una edición especial a su tumba, junto con un enunciado  que decía "Tu eres la esperanza que salvo a esta estrella de luz tenue". 


Hoy estoy feliz, porque a ella le gustaría verme así, porque me golpearía si me viera sufrir, voy a hacer mi primera firma de libros, en mi escritorio hay una foto de los dos y cada vez que alguien me pregunta por ella, le digo "Ella es Erika, mi primer amor, mi esperanza y la razón por la que estoy aquí" todos me sonríen y luego se van, no hacen mas preguntas y eso quizás sea lo mejor. 


Hoy estoy aquí y no en una habitación dejándome morir todo gracias a ti. Gracias Erika, recuerda que yo siempre te amare y que cada uno de mis escritos es un eco de lo sentimientos que aun guardo en mi corazón hacia vos. Espero que ahora te estés aprendiendo una nueva canción para cuando llegue el momento cantarla juntos  a todo pulmón. 







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