Después de enterarme de la inminente atracción de Steve y mi pa no hice mucho más que intentar buscar señales de que ambos supieran que se gustaban mutuamente, pero era completamente inútil. Steve era un despistado sin remedio y mi pa un orgulloso hasta el tuétano, así que ninguno de los dos mostraba ni un poco de sus sentimientos enfrente del otro. 

   Pero a pesar de que ambos parecían ser un par de tontos, estaba dispuesto a unirlos. Tuve mucha suerte de que Bruce, Jarvis y Natasha -que había cumplido su promesa y ahora pasaría una temporada en la torre- también desearan verlos como una pareja. Pero la desventaja de todo ello, además de su estupidez, era que papá aún continuaba saliendo con Pepper. 

    —No entiendo ¿Por qué quieres sabotear la relación de tu padre con Pepper? —me preguntó Bruce después de que les explicara a éstos sobre mis planes de unificación familiar durante el desayuno. Mi pa y Steve nunca desayunaban con nosotros. 

    —Pepper es muy... aburrida —expliqué, sorbiendo un poco de mi malteada de chocolate. 

   —¿Y Steve no? —ironizó Natasha, haciendo reír a Bruce—. ¡Claro que no! ¡Es muy...! —me quedé callado al darme cuenta de que Natasha tenía razón, Steve era casi tan aburrido como Pepper pero ¡Él era el capitán América!

   —De acuerdo, te apoyaré —me informó Nat después de un par de segundos. 

   —¿Por qué? No deberías de meterte en sus asuntos —habló Bruce, poniéndose de pie y llevando los trastes sucios al lavadero. 

   —Se ven lindos juntos.  

   —Esa no es tazón suficiente para destruir un...

   —Si no te parece adecuado, no te metas, fortachón —contestó Nat seriamente, logrando silenciar a Bruce de inmediato. Éste la miró de mala forma antes de soltar un suspiro y asentir—. Bien, bien. Yo también me uno. 

   Sonreí de oreja a oreja. 

   —Genial, lo primero que deben de hacer es hablarle a mi papá sobre la gran persona que es Steve —les susurré, sabiendo que en cualquier momento Steve y mi papá aparecerían por su café matutino—. Díganle que es muy especial o algo así, yo haré lo mismo con Steve. 

   Antes de que Natasha o Bruce pudieran expresar su opinión respecto a la primera fase del plan, mi papá entró a la cocina con aires de sueño, tomó su taza que rezaba supergenio en la cubierta y se sirvió café sin siquiera parecer notarnos. Steve apareció después, perfectamente despierto, vestido y peinado. Creo que esa era la parte de su entrenamiento militar, despertar temprano y estar siempre listo para todo. 

   —¿Listo para la escuela? —me preguntó éste, revolviendo mi cabello y sonriendo amablemente, mientras que mi papá... bueno, él parecía listo para dormirse sobre la mesa. Natasha y Bruce sonrieron ligeramente divertidos antes de salir de la cocina para dejarnos a solas.

   —Claro, ¿Listo para conocer a Harry? —Steve sonrió un poco incómodo y asintió. Sabía que aún no se acostumbraba a que todo el mundo lo admirara, y esa admiración parecía haber incrementado después de su heroica intervención en Nueva York. 

    —Cuida a Peter, Rogers —le advirtió mi papá, tomando otra taza de café. Papá siempre tomaba café. Éste se puso de pie sin esperar una respuesta y se perdió entre los pasillos de la mansión tarareando como si estuviera loco. 

   —Ha estado raro últimamente ¿No crees? —me preguntó Steve después de que yo tomara mis cosas para la escuela y ambos nos metiéramos al elevador para salir a la calle, donde un coche ya nos estaba esperando. Yo había querido ir en la motocicleta de Steve, pero mi pa había insistido en que iríamos en un coche blindado o no iríamos a ningún sitio. Quizá de verdad se había comenzado a volver loco. 

   —Quizá, pero sigue siendo encantador en el fondo —le dije a Steve, activando rápidamente mi plan, esperando que Natasha y Bruce sí estuvieran ayudándome y no perdiendo el tiempo viendo televisión—. ¿No crees que papá es encantador, Steve?

   Steve carraspeó un poco, mientras se balanceaba discretamente de un lado a otro. Creí que me confesaría sus sentimientos por mi papá, pero éste sólo negó con la cabeza y me sonrió tranquilamente. 

   —Me parece más fastidioso e irresponsable que encantador —contestó, logrando que quisiera golpearme contra la puerta del elevador. ¡¿Por qué ambos tenían que ser tan idiotas?!

   Por lo menos aún tenía esperanza en Nat, Bruce y Jarvis. 

~°~°~

 —¡De verdad es él! —chilló Harry, mirando a Steve con una enorme cara de tonto. Me avergonzaba pensar que seguramente esa había sido mi cara cuando vi a Steve entrar por el hangar de la torre para rescatarme de Loki; creo que debí de tomarlo con más seriedad. 

   —¡Soy tu fan, señor Capitán! No, así no. ¿Cómo te digo? ¿Sólo capitán? ¿O sólo señor? —Steve soltó una pequeña carcajada, siempre tan amable—. Sólo Steve está bien. Peter también me dice Steve. 

   —Pero eso es porque vive contigo y su papá —dijo Harry, metiéndose de una buena vez al coche. Habíamos quedado de acuerdo para pasar por él a su casa y llevarlo al colegio, así Steve no estaría expuesto a la mirada de todos los niños del colegio y podría hablar con Harry tranquilamente—. Te envidio, Peter. Eres un bastardo con suerte. 

   —Lenguaje —dijo inmediatamente Steve, haciendo que Harry y yo nos soltáramos a reír a carcajadas. Generalmente nuestros padres nos permitían ser vulgares, porque por un lado yo era hijo de Tony Stark, el amo de la vulgaridad, y el padre de Harry nunca estaba cerca para regañarlo por sus modales. 

   —Lo siento, Steve —le dije sinceramente, ya que parecía un poco fastidiado. Él sólo sonrió y se encogió de hombros antes de continuar la plática con Harry. 

~°~°~

   —¿Qué te parece si me adoptas? —me preguntó Harry, mientras ambos movíamos la mano para despedir a Steve, que no había podido bajar del coche. Lo vimos desaparecer entre los otros coches de os otros padres y finalmente comenzamos a caminar hacia la entrada del colegio.

   —No lo haré, no te quiero de hermano —bromée—. En la familia Stark sólo se aceptan bellezas talladas por los ángeles. 

   —¿Entonces porque te adoptaron a ti?

   —¡Oye! 

   Ambos comenzamos a reír tontamente, hasta que un chico chocó contra mí, mandándome directamente al piso.

   —¿Qué sabes de la invasión de Nueva York? —me preguntó el chico, tomándome del cuello de la camisa. 

   —¿Qué? —pregunté, un poco confundido. No sabía porque era que ese chico, de un grado mucho mayor, había decidido preguntarme eso. Especialmente a base de golpes. Puede que yo fuera demasiado nerd, pero nunca había sido golpeado por nadie que no fuera un alienígena dispuesto a asesinarme. 

   —Esa no fue la pregunta —me dijo, golpeando mi abdomen con tanta fuerza que me sacó el aire—. ¿Qué sabes de la invasión a la ciudad, Parker? Tu padre estuvo ahí. 

   —No sé a qué te refieres —chillé. El chico me dio otro golpe en el abdomen, momento en el que Harry intervino soltándole un buen puñetazo en la mandíbula. Puede que Harry fuera más pequeño que ese chico, pero su padre lo había enviado a clases de defensa personal, lo que lo volvía mucho más ágil que yo. 

   —Suelta a Peter o te rompo los dientes —amenazó Harry. El chico pareció pensarlo un poco y finalmente me volvió a arrojar al piso, lejos de él. 

   —Tu padre es un asesino, él y todo su maldito equipo de raros —me dijo, limpiándose las manos con asco y dándose media vuelta para irse lejos de nosotros. Harry corrió a levantarme del piso, con una genuina cara de preocupación. 

   —Estoy bien —le dije, soltando su mano antes de que alguien nos viera y se riera de nosotros. 

   —Ese idiota pudo haberte roto una costilla si se lo hubiera propuesto, Peter. Tienes que decirle a tu papá. 

   —No lo haré —dije con firmeza, limpiando la tierra de mi uniforme—. Sólo... sólo fue un problema, creo que aún tienen miedo. 

   Sabía que Harry habría insistido toda la mañana, pero la campana del inicio de clases me salvó de esa tortura. Estaba decidido a no mencionar nada sobre los golpes que ese chico me había dado, en primer lugar porque sabía que preocuparía mucho a mi papá y, muy en el fondo, me daba miedo decepcionarlo. No podía hacerme llamar hijo de Tony Stark y recibir palizas al mismo tiempo, definitivamente no.