Capítulo 4: goodbye


Tres golpes sonaron en la puerta de mi habitación.


Mi madre venía entrando con una bandeja con dos tostadas y un jugo de naranja recién exprimido. Vi la hora. Las diez de la mañana.


-Te traje el desayuno cariño – la miré con un ojo cerrado. Abrió las cortinas dejando entrar toda la luz de sol – no porque hayas salido de fiesta dormirás hasta el almuerzo.


-Gracias, mamá – recibí la bandeja y salió por donde había entrado.


Tomé el teléfono y tenía varios de mensajes de Lauren. Olvidé mandarle el mensaje que le había prometido de que había llegado sano y salvo a casa. No le respondí.


Tenía cosas en las que pensar que no paraban de darme vueltas. Había besado a Luke. Luke Sebert. Un chico con el que hablaba prácticamente nada. Además, se suponía que le gusta Lauren. LA LAUREN que YO había besado anoche y me había confesado sus sentimientos.


YO le confesé mis sentimientos también porque realmente lo sentía así. Entonces ¿Por qué había besado a Luke sin haberlo impedido? ¿Fue el alcohol? Pero... no me había disgustado del todo.


Decidí responderle a Lauren.


"Perdón por no mensajearte anoche, me dormí apenas llegué."


Respondió en un par de minutos.


"tranquilo, no pasa nada. ¿te parece si nos vemos esta noche?"


"me encantaría. ¿8?"


"te espero en el parque"


Eran recién las diez. Tenía diez horas para evitar darle una y mil vueltas a lo sucedido anoche. Pero no tenía nada de qué preocuparme porque me gustaba Lauren ¿cierto?


¿Cierto?


Pero mi voz interior no me respondía ¿alguna vez lo hizo? Anoche en la acera junto a Luke tampoco se le ocurrió aparecer. No tenía ánimos de pelear conmigo mismo, así que decidí ayudar a mi madre con el almuerzo. Quizá así podría dormir un poco más después de comer.


Y todo resultó de acuerdo a mi plan. Tome una siesta de dos horas y al despertar me duché para mi, ¿cita? con Lauren.


Llegué al parque diez minutos antes de lo acordado y me senté en una banca en la entrada para que Lauren no tuviera problema para encontrarme.


Por un momento pensé en contarle a Lauren lo sucedido, pero... ¿Qué caso tenía? Era algo que solo Luke y yo sabíamos y quedaría en secreto porque fue un beso y nada más. Con Lauren no teníamos una relación ni nada como para tomarlo como una infidelidad. Además, no sabía cuál sería la reacción de ella y lo único que pasaba por mi mente es que se olvidaría de mi por el hecho de haber besado un chico.


Por suerte mis pensamientos fueron interrumpidos por que a lo lejos pude divisar la silueta de Lauren que se acercaba al parque. Me levanté y comencé a caminar a nuestro encuentro.


Me recibió con un fuerte abrazo y un beso tímido en los labios.


-Quería verte una vez más antes de irme mañana – sus brazos aun estaban alrededor de mi cuello.


-Yo también – no pude soportar el tenerla en mis brazos y la volví a besar en los labios.


Recorrimos el parque un par de veces contándome lo que tenía planeado su familia para las vacaciones y lo emocionada que estaba porque era la primera vez que se subía a un avión. No podía evitar decirle lo mucho que la extrañaría y prometió traerme un regalo de algún país que visitara en Europa.


Se nos hicieron las diez de la noche y me dijo que tenía que volver porque debía levantarse temprano la mañana siguiente.


-Te extrañaré. – Le dije – Mándame fotos de todos los lugares que visites.


-Claro que lo haré, y también te extrañaré.


Esas fueron sus últimas palabras antes de que nos sumergieron en un largo beso de despedida que me decía "hasta pronto" y desapareció en la oscuridad de las calles de la ciudad.


Mi casa quedaba a unos veinte minutos del parque y ya eran más de las diez con treinta minutos, pero decidí quedarme un rato mirando los arboles que no paraban de bailar al son del viento.


Mi mente aun no estaba del todo tranquila y no sabía cómo iba a reaccionar al hecho de que Lauren estaría a miles de kilómetros de mi y Luke en la misma ciudad estando la alta posibilidad de topármelo, y como mis nervios son altísimos en cualquier situación, confusa o no, podría entrar en pánico y ser capaz de cavar un agujero en la tierra con mis propias manos y enterrarme en el.


Tenía mucho que pensar y aunque tratará de callar mis pensamientos, se me hacía imposible porque mi corazón no sabía cómo sentirse al respecto.


Finalmente, mientras los arboles no paraban de moverse de lado a lado sobre mi, en mi cabeza se armó la pregunta que trataba de evitar sin darme cuenta.


¿Estaba sintiendo cosas por Luke?

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